Colección Londaibere en Nora Fisch

Colección Londaibere. El artista como curador (primer episodio)
Ernesto Arellano, Florencia Bohtlingk, Luis Frangella, Santiago García Sáenz, Alberto Goldenstein, Vicente Grondona, Jorge Gumier Maier, Agustín Inchausti, Fernanda Laguna, Benito Laren, Alfredo Londaibere, Marcelo Pombo, Déborah Pruden, Cristina Schiavi, Nahuel Vecino
Galería Nora Fisch
09.04.22 | 28.05.22

La galería Nora Fisch abre el primer episodio de Colección Londaibere. El artista como curador, dando a conocer una selección de obras que han pertenecido al artista, docente y curador Alfredo Londaibere (Buenos Aires, 1955-2017). Con curaduría de Jimena Ferreiro, la presentación abarca trabajos de Ernesto Arellano (Buenos Aires, 1971), Florencia Bohtlingk (Buenos Aires, 1966), Luis Frangella (Buenos Aires, 1944-Nueva York, 1990), Santiago García Sáenz (Buenos Aires, 1955-2006), Alberto Goldenstein (Buenos Aires, 1951), Vicente Grondona (Buenos Aires, 1977), Jorge Gumier Maier (Buenos Aires, 1953-2021), Agustín Inchausti (Buenos Aires, 1970), Fernanda Laguna (Hurlingham, 1972), Benito Laren (San Nicolás, 1962), Marcelo Pombo (Buenos Aires, 1959), Déborah Pruden (Buenos Aires, 1972), Cristina Schiavi (Buenos Aires, 1954) y del mismo Londaibere, que fue sumando las piezas mediante compras e intercambios. Realizadas todas entre 1981 y 2014, hoy “conservan la memoria de una red artístico-afectiva y las marcas ineludibles de una época” –comenta Ferreiro–. La curadora observa asimismo que en la colección “sorprende la infrecuente paridad de género así como la presencia mayoritaria de pinturas en sus diferentes soportes”. Acompañan, además, tres piezas del mobiliario del artista, rescatadas en sus expediciones al Ejército de Salvación, y luego restauradas.

El recorrido en la galería se organiza en torno a tres ejes principales, desplegados en distintos sectores de la sala. Hacia el fondo, un sector con techo bajo reúne piezas sobre la intimidad y el erotismo. Allí se pueden ver dos dibujos (ambos, Sin título, 1983) y una xilografía sobre papel (Sin título, 1983/4) de un Marcelo Pombo en los inicios de su carrera; dos dibujos de Jorge Gumier Maier con dedicatoria (Alexis y Ramón, ambos 1982/3); dos pinturas en acrílico sobre nylon de Agustín Inchausti (ambas, Sin título, ca. 1994); una serigrafía de Luis Frangella (Sin título, 1982), una foto de Alberto Goldenstein (Sin título, 1992) y dos pinturas sobre cartón de Londaibere (ambas, Sin título, 1981) que no pudieron incluirse en la muestra antológica que le dedicó el Museo de Arte Moderno de Buenos Aires, también curada por Ferreiro (Alfredo Londaibere: Yo soy santo, 2019-2020). A este conjunto se agrega otra obra de Inchausti, aunque se halla separada de las otras, en la cual se ve un rostro trazado en gruesas líneas blancas flotando sobre un fondo negro con sendos cuchillos incrustados en los ojos. Debajo de la cara, se lee “Amor”, escrito en mayúsculas de imprenta (Sin título, 1993).

A continuación, en el sector que mira hacia el frente de la galería, visible desde el exterior vidriera mediante, predominan árboles y flores en tonos amarronados, además de maderas, sea en forma de troncos, de troncos pintados, o de tablas utilizadas como soporte para pintar. Sin ser explícitamete eróticas, en estas obras “telúricas” –como las denomina la curadora–, el cuerpo se mezcla con la naturaleza y su presencia se adivina entre plantas y pinceladas. Así aparece la figura de un san Sebastián atravesado por flechas, de Santiago García Sáenz (Sin título, 1998), y también dos pinturas de Fernanda Laguna del año en que fundó Belleza y Felicidad junto a Cecilia Pavón (ambas, Sin título, 1999), tres de Nahuel Vecino (todas, Sin título, 2000 y 2001) y otra de Inchausti (Sin título, 1994). En medio de la sala, se levanta una escultura de Cristina Schiavi: un tronco, cuyas ramas se abren hacia arriba, intervenido con pequeñas figuras de plástico y pintura roja, que, en este contexto, dialoga con las heridas de san Sebastián (Sin título, 1993). Sobre la pared, se puede ver otra obra de Londaibere (Sin título, 1992), parte de una serie de desnudos masculinos sobre tabla de madera basados en las pinturas de gladiadores que desarrolló Giorgio de Chirico en la década del veinte del siglo pasado. Esta pieza tampoco se expuso en el Museo de Arte Moderno, pero sí participó, en agosto de 1992, de una muestra colectiva en Espacio Giesso junto a trabajos de Gumier Maier, Benito Laren y Omar Schiliro. Fue al reseñar esta exposición para el diario La Nación que el crítico Jorge López Anaya acuñó el término “arte light” (Ver+info).

Sobre otra pared, en un tercer sector, las obras parecen liberarse del cuerpo, que se entrega al paisaje o se pierde entre ramas de árboles y corrientes de agua: las dos pinturas de mayor tamaño corresponden a Florencia Bohtlingk (Vino, 2009 y Autorretrato en la reserva, 2010); una, de menor escala, a una joven Déborah Pruden (Sin título, 2005); otra, en óleo azul sobre tela plateada, a Vicente Grondona (Mujer entre plantas, 2003). Ernesto Arellano está presente aquí con dos obras de 1997, una pintura (Muertito) y una escultura de yeso esmaltado (Sin título).

A estos grupos se agregan un retrato de Londaibere de la serie “Mundo del arte” (1993) de Goldenstein y Recorriendo el espinel (1992), de Laren, expuesta como adelanto del segundo episodio, que reunirá obras en torno al kitsch y al arte geométrico, sumando piezas de María Guerrieri, Silvia Gurfein, Graciela Hasper, Ricardo “Taka” Oliva, Anabella Papa, Ariadna Pastorini, Fabio Risso Pino, Mariela Scafati y Edgar Wallace. “Colección Londaibere −declara Ferreiro− se organiza de modo episódico y busca subrayar la estrecha relación que existe entre su enunciación como artista, los criterios que [Londaibere] construyó en su rol como curador y la historia de su colección que estamos comenzando a contar. En algún sentido, el armado de este acervo dibuja un itinerario que recorre las diferentes escenas y contextos en los que actuó: el Grupo de Acción Gay promediando los 80, los primeros años de gestión de Gumier Maier al frente de la galería Rojas (especialmente hasta la presentación de la exposición Algunos artistas en el Recoleta en 1992) y posteriormente su gestión como curador entre 1997 y 2002 [también en el Centro Cultural Rojas], Belleza y Felicidad, la experiencia misionera, la ética de la docencia, el círculo de amistades y sus vínculos intergeneracionales, su fascinación por Benito Laren, entre otros aspectos que lxs visitantes podrán advertir”.


IMÁGENES DE SALA
Ph: Gentileza de Galería Nora Fisch

1- Colección Londaibere. El artista como curador (primer episodio), vista de exhibición. Obra de Alfredo Londaibere. 

2- Colección Londaibere. El artista como curador (primer episodio), vista de exhibición. Obra de Luis Frangella.

3- Colección Londaibere. El artista como curador (primer episodio), vista de exhibición. De izq. a der., obras de Fernanda Laguna, Nahuel Vecino, Cristina Schiavi y Alfredo Londaibere. 

4- Colección Londaibere. El artista como curador (primer episodio), vista de exhibición. De izq. a der., obras de Florencia Bohtlingk, Déborah Pruden, Ernesto Arellano y Vicente Grondona. 

5- Colección Londaibere. El artista como curador (primer episodio), vista de exhibición. De izq. a der., obras de Jorge Gumier Maier, Marcelo Pombo, Agustín Inchausti, Luis Frangella, Alfredo Londaibere y Alberto Goldenstein. 

6- Colección Londaibere. El artista como curador (primer episodio), vista de exhibición. Obras de Agustín Inchausti. 

7- Colección Londaibere. El artista como curador (primer episodio), vista de exhibición. De izq. a der., obras de Marcelo Pombo, Agustín Inchausti y Luis Frangella.